Desde 1836 lleva la familia Grant haciendo bueno su lema ‘Made for Age’ bajo el que elaboran auténticos whiskies single malt con un rango de envejecimiento desde los 10 hasta los 40 años.
Glenfarclas es una de las pocas destilerías de Escocia que continúa siendo independiente y familiar desde su fundación en el siglo XIX.
La licencia original a la pequeña destilería Glenfarclas, ubicada en la finca de Rechlerich en el condado de Ballindalloch, región de Speyside, fue concedida en 1836, pero no fue hasta 1865, con la adquisición de los derechos de la propiedad por parte de John Grant, cuando esta comenzó su definitiva andadura.
Con el propósito de elaborar el whisky de malta perfecto y más auténtico de Escocia, Grant puso en marcha la destilería creando junto a su hijo en 1870 la sociedad familiar J.&G. Grant.
En la actualidad, George Grant, cuarta generación de la saga, sigue rigiendo los designios de la empresa, junto a su hijo John, actual director gerente. Ambos preservan el legado centenario de un whisky que nace de las aguas puras y cristalinas de su mítica región de origen y de fértiles tierras en el cultivo de la cebada.
Las instalaciones de la destilería cuentan con una tina de fermentación de 10 metros de ancho, que hacen de ella una de las más grandes de la industria, y los seis alambiques dobles de mayor tamaño de Speyside.
Los whiskies de Glenfarclas son destilados dos veces y solo las más ligeras y mejores porciones de alcohol son seleccionadas finalmente. Estas pasan a ser envejecidas en toneles que sirvieron para la crianza de olorosos y finos de Jerez. Allí permanecen, según su rango, entre 10 y 40 años, sumando ricos matices a sus aromas primigenios a pera y cereza en flor.
Glenfarclas Distillery
Ballindalloch, Banffshire
Reino Unido
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